#13-dic-2016 #el-financiero #enrique-quintana #noticias
Ayer, la cotización del peso frente al dólar estaba en 20.23 por la noche, lo que representa uno de los niveles más bajos en un mes completo.
Después del triunfo de Donald Trump y de la reiterada afirmación, hecha por él y sus colaboradores, de que pretende renegociar el Tratado de Libre Comercio, existía la impresión de que el valor del dólar frente a nuestra moneda se podría ir al cielo.
Entre el 7 y el 9 de noviembre, como secuela de las elecciones en EU, nuestra divisa se depreció en 6.3 por ciento y, con mucho, fue la más golpeada del mundo.
Pero, entre el 9 de noviembre y el día de ayer, la depreciación ya fue de sólo 1.9 por ciento, a pesar de que, en ese lapso, adicionalmente al ‘efecto Trump’, se conoció la decisión de Carstens de dejar el Banco de México en julio del próximo año.
Además, hay que considerar que en los mercados financieros se da por un hecho que mañana será anunciada un alza en la tasa de interés por parte de la Reserva Federal y que el jueves el Banco de México hará lo propio.
Pese a todo ello, la paridad peso/dólar parece estabilizada. ¿Es así? Lamentablemente no.
Pero, al menos por ahora, creo que pueden desterrarse los temores, que se gestaron después del triunfo de Trump, de enfrentar un mercado completamente desordenado.
Lo que ha pasado en el mercado cambiario nos dice que algunos de los acontecimientos previsibles ya están descontados.
Salvo que haya un tono inesperadamente agresivo en el comunicado de la Fed de mañana o en los dichos de la señora Yellen, no creo que un aumento de un cuarto de punto en la tasa de la Fed, implique muchas más presiones sobre el peso, ya que hay una visión generalizada de que tal aumento se dará.
En el caso del efecto del nuevo gobierno de Trump sobre el TLCAN, falta un buen tiempo para saber cuál podrá ser su alcance.
México habrá de sentarse a dialogar sobre el Tratado y habrá de ponderar las peticiones del gobierno de Trump.
Pero, esto no significa que en cuestión de semanas sepamos cuáles van a ser las implicaciones de esa negociación.
Creo que podría haber una presión adicional sobre nuestra moneda en la medida que se infiriera una probabilidad alta de cancelación del Tratado.
Y, si la conclusión es que se trata de una negociación que dejará en pie lo sustantivo del Acuerdo, entonces quizás haya alivio en el mercado cambiario y el peso podría incluso ganar terreno.
Así de abiertas están en este momento las posibilidades.
También hay que observar el mercado petrolero. La ganancia de ayer en nuestra moneda se debió en buena medida al incremento de los precios del crudo, tras el acuerdo de reducción de producción que se obtuvo.
Si los precios del crudo mantuvieran una tendencia hacia arriba, entonces, quizás habría otro factor que pudiera propiciar una paridad más fuerte del peso.
Para los importadores, el dólar caro ha sido costoso y creo que inevitablemente tendrá repercusión en la inflación.
Pero para otros sectores se trata de una bendición. Este fin de año se pronostica como el mejor en una década para el turismo nacional, por la reducción de viajes al extranjero.
Así que no todo es terrible con el dólar caro.
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