2. Reestructuración Operativa
#reestructuracion-financiera
En épocas de crisis, cuando las fallas estructurales de las empresas aparecen inmisericordes, los empresarios y dirigentes de las organizaciones en conflicto tratan de resolver sus añejos problemas por medio de decisiones rápidas, solución de algunos problemas y contratación con terceros de nuevas medidas de apoyo o diferimiento de obligaciones.
Si los problemas estructurales que sufre la empresa se resolvieran con una simple reestructuración de los pasivos financieros, al ampliar los plazos o al convertir la deuda a UDI, por ejemplo, los problemas financieros empresariales estarían ya resueltos; sin embargo, la realidad es otra: las empresas han logrado reestructurar sus pasivos pero no han podido resolver sus problemas operativos, tales como la ausencia de utilidades, liquidez escasa, estructuras mal diseñadas o elevada palanca operativa.
La falta de preparación del empresario, la información macroeconómica "cruzada" por parte de las autoridades, las condiciones económicas globales y la dependencia del crecimiento económico del exterior, lo llevan a cometer errores diversos, como son:
• Ausencia de estrategias de negocios.
• Indefinición o diseño equivocado de escenarios.
• Estimación de escenarios incompletos o incongruentes.
• Minimización o no contemplación del riesgo cambiario.
• Evaluación errónea del riesgo financiero.
• "Macrocefalia" o estructura organizacional sumamente pesada.
• Inexistencia de procesos de planeación.
• Ineficiencia operativa.
• Falta de profesionalización directiva y operativa de la organización.
Es por eso que antes de intentar una reestructuración financiera, es necesario e indispensable realizar una reestructuración operativa: el problema financiero es resultado, en la gran mayoría de las situaciones, de un problema de estructura operativa.