Las proyecciones se clasifican según la superficie sobre la que se proyectan los puntos. En el esquema de la figura 3.5. el plano de proyección es ya de por sí.bidimensional. No obstante, puede realizarse la proyección sobre una superficie tridimensional, siempre que esta, a diferencia de la esfera, sí sea desarrollable. Es decir, que pueda «desenrollarse» y convertirse en un plano sin necesidad de doblarse o cortarse. Estas otras superficies pueden emplearse también para definir una proyección, de la misma forma que se hace con un plano. Las superficies más habituales son el cono y el cilindro (junto con, por supuesto, el plano), las cuales, situadas en una posición dada en relación al objeto a proyectar (esto es, la Tierra), definen un tipo dado de proyección. Distinguimos así los siguiente tipos de proyecciones: Cónicas . La superficie desarrollable es un cono (Figura 3.7), que se sitúa generalmente tangente o secante en dos paralelos a la superficie del elipsoide. En este último caso, la distorsión se minimiza en las áreas entre dichos paralelos, haciéndola útil para representar franjas que no abarquen una gran distancia en latitud, pero poco adecuada para representación de grandes áreas. Algunas de las proyecciones más conocidas de este grupo son la proyección cónica equiárea de Albers y la proyección conforme cónica de Lambert. Cilíndricas . La superficie desarrollable es un cilindro (Figura 3.6). Al pro- yectar, los meridianos se convierten en lineas paralelas, así como los paralelos, aunque la distancia entre estos últimos no es constante. En su concepción más simple, el cilindro se sitúa de forma tangente al ecuador (proyección normal o simple), aunque puede situarse secante y hacerlo a los meridianos (proyección transversa) o a otros puntos (proyección oblicua). La proyección de Mercator, la transversa de Mercator, la cilíndrica de Miller o la cilíndrica equiárea de Lambert son ejemplos relativamente comunes de este tipo de proyecciones. Planas o azimutales . La superficie desarrollable es directamente un plano. Según el esquema de la figura 3.5, tenemos distintos tipos en función de la posición del punto de fuga.